No más, me lo he prometido. No pensar tanto en algo que no tiene futuro, en algo que no vale la pena. No pensar en que disgusto, en cohibirme a mi misma, a no ser quien soy, simplemente, tengo que dejar de hacerlo.
Tengo que ser yo, y gustarle a quien sea, que me quiera el que quiera, y que me odie el que quiere hacerlo.
Quizás sea verdad eso que van diciendo por ahí, que hasta que no te quieres a ti misma, no podrás querer a nadie más. Quizás ha llegado la hora de actuar.
Es hora de comportarme como verdaderamente soy, siendo yo misma.